EL FANTASMA

martes, 14 de junio de 2011

FRAGMENTO DE “EL FANTASMA”

No sé si escribir esta historia en presente, en pasado o en futuro… ya no sé.  No sabría cómo conjugar cada uno de los verbos que podría escribir.  “Me tocara desafiar la dramática que tanto me costo en mis primeros años”.  Ya no sé si es ayer lo que es hoy o si lo que es hoy es algo del ayer que nunca existió.  Absurdo, absurdo son todas aquellas cosas que han pasado últimamente: “como el vestido, las uñas, las casas que tantos recorrimos…” 

¿Irónico no?  Irónico pensar en lo que ya nunca jamás pudo haber existido. ¿Cuándo fue que se perdió?

Quería entonces escribir esta historia y claro, te imagino muchas veces.  Te miro en la tienda de la esquina de tu casa.  Entonces visite al anciano y estuve por muchos lugares sin lograr encontrar lo que realmente pasó.

Me traslade al domingo y de repente fue martes de la semana anterior y recordé el jueves que llegabas en el Brasilia.


“Todo es inútil, es mejor que sea de esta forma” – Me dijiste –

Entonces empecé a entender esa forma: “si del decir o del callar; si del desafiar o aceptar…”. ¿Cuál, cuál era la forma? Y entonces empecé a odiar los fantasmas que aprecian en diciembre, en mi estomago, en mi absurda manía de decir las cosas… allí estaban.  Pero era sólo uno aunque no sabía dónde: “si en los viernes, si en el café o si en el insomnio que tanto daño hizo en aquel entonces”.

2 comentarios:

  1. Me gustó mucho "Y entonces empecé a odiar los fantasmas qua aparecian en diciembre, en mi estomago, en mi absurda manía de decir las cosas"

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